Cuatro nuevos adultos bautizados

La pasada Vigilia cuatro adultos recibieron los tres sacramentos de iniciación cristiana: bautismo, confirmación y eucaristía. Tras las siete lecturas, Mons. Rafael Zornoza en su homilía decía que esta no es una fiesta del pasado «Celebramos algo presente. El misterio de Dios es eterno, siempre vive. Nosotros celebramos alguien que vive y cuya victoria es nuestra victoria. Nosotros podemos resucitar con Él y esa es una gracia actual. Si nuestra existencia esta unida a Él en una muerta como la suya, lo estará también en una resurrección como la suya. Por el bautismo quedamos transformados y transfigurados para que con la fe, la esperanza y el amor, la vida sea la de otros Cristos que viven esta vida».

«Bautizados en la muerte y resurrección del señor podemos salir de la desesperanza del mundo y de la muerte -seguía el prelado- Cristo ha bajado al sepulcro, a la muerte, a las tinieblas, para sacarnos del abismo. Demos gracias a Dios Padre que nos ha sacado del dominio de la tinieblas y nos ha trasladado al reino de su hijo querido».

Por último se dirigió a los cuatro catecúmenos para expresarles que «no hay un honor más grande ni una aristocracia mayor en la historia de los hombres que ser bautizados. Entremos juntos en este cielo nuevo y nosotros renovémoslo renunciando al pecado y confesando de nuevo, para ser ante el mundo viviendo en medio de él, un testimonio del Salvador».

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